Por: Jorge Luis González
En el ambito educativo los conductistas consideran que la educacion es un proceso que emplea la sociedad para controlar la conducta de las personas y define el aprendizaje como un cambio permanente en el comportamiento que refleja la adquisicion de conocimientos o habilidades a traves de la experiencia y que puede ser medible, la metodologia conductista parte de la idea de que lo que se enseña debe ser reducido a lo mas simple y lo que se aprende se hará por medio del proceso estimulo-respuesta y reforzamiento utiliza la memorizacion, la recompenza y el castigo sugiere la dosificacion de la enseñanza a traves de los objetivos conductuales y emplea el moldeamiento como tecnica para reforzar las conductas deseables e ir acercando al invididuo a la comportamiento deseado utiliza la imitacion como metodo para presentar el modelo deseado para que el individuo lo reproduzca, el objetivo es lograr el cambio estable en la conducta del estudiante y que dicha conducta se de ante la presentacion del estimulo si se produce este cambio y es perdurable hay aprendizaje
Skinner sostiene que los procesos mentales no son
necesarios para comprender y explicar la conducta de los sujetos, y que la
conducta se adquiere o se aprende mediante conexiones ente estímulos y
respuestas.
Distingue dos clases de conducta. La conducta respondiente
es provocada por estímulos conocidos, como la contracción de la pupila ante la
luz. Para el CC toda conducta es respondiente. Por otra parte está la conducta
operante, que es emitida por el organismo, sin necesidad de recurrir a ningún
estímulo conocido. Skinner cree que la mayor parte de la conducta es operante:
andar escribir... donde no es fácil identificar el estímulo que la produce. Un
operante es una parte identificable de la conducta de la que hay que decir no
que carezca de estímulo que la elicite, sino que cuando se observa es imposible
hallarlo. Lo característico de las respuestas operantes es que son espontáneas
y no reactivas.
Sus experimentos básicos consistían en una situación en la
que un animal emitía la respuesta deseada y a continuación recibía la
recompensa o reforzamiento. Sus trabajos los realizaba en la “caja de Skinner”,
un aparato en el que al accionar un dispositivo, caía la comida en un
recipiente. Una vez que se producía la respuesta, recibía una bolita de comida,
con lo que se consolidaba la respuesta. Existen semejanzas entre el
condicionamiento simple y operante: las leyes de adquisición, extinción,
recuperación espontánea, generalización y discriminación obedecen a los mismos
principios.
Además, la mayoría de las variables del condicionamiento
afectan de una manera semejante a ambos tipos de condicionamiento. Pero también
existen diferencias. Kimble señala que la distinción básica entre ambos
condicionamientos está en las consecuencias de la RC. En el CC, la consecuencia
de los fenómenos es independiente de lo que haga el sujeto. Pero en el CO, la
recompensa es consecuencia de la respuesta. En el reforzamiento, en el CC, el
EC se presenta a la vez que el EI y después se produce la respuesta. El
reforzamiento, pues, se halla asociado con el estímulo. En el CO, el reforzador
sobreviene después, esto es, es contingente con la respuesta.
TIPOS DE REFORZADORES
a) Positivos y negativos Los estímulos que actúan como
reforzadores pueden ser de dos tipos. Los positivos (normalmente placenteros)
son los que se añaden a una situación. Ej: la comida tras realizar una
conducta. Son negativos (normalmente aversivos o desagradables) los que se
suprimen de una situación. Ej: eliminar un ruido fuerte.
Ambos tienen el mismo efecto: aumentar la probabilidad de
la respuesta. La diferencia entre el reforzamiento negativo y el castigo es que
el primero tiene como finalidad incrementar la probabilidad de que la repuesta
se repita, mientras que el castigo persigue suprimir la respuesta. Otra
diferencia es que el reforzamiento negativo termina o desaparece cuando se
produce la respuesta, mientras que el castigo sobreviene tras la emisión de la
respuesta. b) Primarios y secundarios Son primarios los reforzadores que tienen
un valor reforzante de un modo natural para el sujeto, sin que éste tenga que
ser adiestrado para ser reforzado por ellos. Ej: comida. Los secundarios no
poseen ese valor reforzante de un modo natural, sino que lo adquieren por asociación
con un reforzador primario. Ej: dinero. Son aprendidos. Dentro de éstos son
importantes los reforzadores sociales, que son los que provienen de otras
personas, como la aprobación, reconocimiento, afecto, pero no obran por igual
en todas las personas y en todas las situaciones.
Skinner es el autor de lo que se conoce como el
Condicionamiento Operante (CO). Es una teoría que toma mucha fuerza a partir de
la década de los cuarentas hasta los sesentas del siglo pasado, tanto dentro
del propio conductismo, como en la psicología en general (Hernández, 2008). El
condicionamiento operante es un aspecto de la postura skinneriana que ha
logrado tener un gran impacto en el ámbito educativo. A partir de él es que
podemos entender la forma en cómo se ha entendido el proceso de
aprendizaje-enseñanza en dicho ámbito. En palabras de Skinner, el aprendizaje
es definido como “un cambio en la probabilidad de la respuesta” (Skinner citado
por Hernández, pág. 95); considera que se puede incidir en el comportamiento
del individuo y hacer que llegue a una respuesta que se pretende o desea como
la más probable. En este sentido, se entiende al CO como una teoría conductista
que plantea la posibilidad de condicionar la generación de un determinado
comportamiento en el individuo.
Como mencionamos al principio, las teorías del aprendizaje
tienen influencia sobre la práctica docente de quien funge como profesor, pues
éste concibe su práctica desde una perspectiva particular, ya sea consciente o
inconscientemente, y se rige u orienta a partir de ciertas ideas que tiene
sobre conceptos elementales del proceso educativo, tales como enseñanza,
aprendizaje y evaluación.
De acuerdo con varios autores, el conductismo en general y
el conductismo de Skinner en particular son dos visiones que han logrado
posesionarse fuertemente en el ámbito educativo y, por supuesto, han sido
objeto de análisis de la psicología educativa y de la pedagogía. Veamos cómo
son concebidos los conceptos fundamentales del proceso educativo desde la
perspectiva del conductismo skinneriano.
A decir de Hernández (2008), el conductismo skinneriano
establece que “la enseñanza consiste en proporcionar contenidos o información,
es decir, en depositar información […] en el alumno para que la adquiera”
(p.92). Asimismo, agrega el autor, “la enseñanza debe de estar basada en
consecuencias positivas (reforzamientos positivos), y no en procedimientos de
control aversivos (como el castigo)” (p. 93). Lo que hace el profesor es
planear los aprendizajes (respuestas) que desea evidencien sus estudiantes, y
para lograrlo condiciona sus comportamientos a través de estímulos.
El aprendizaje, según Hernández (2008), es definido por los
conductistas como “un cambio estable en la conducta” (p.95), ya que consideran
que la conducta de los sujetos es aprendida y es consecuencia de las
circunstancias ambientales. De tal manera “que si es de nuestro interés lograr
que un alumno adquiera o incremente (aprenda) un repertorio conductual, es
necesario utilizar los principios y/o procedimientos, entre los cuales el más
importante es el reforzamiento” (p. 95).
En el caso de la evaluación, Hernández (2008) señala que el
conductismo skinneriano enfatiza la atención “en los productos de aprendizaje y
no en los procesos, es decir, lo que interesa saber es qué ha conseguido el
alumno al final de un ejercicio, una secuencia o un programa determinado, sin
intentar ir más allá en búsqueda de los procesos (cognitivos, afectivos, etc.)
que intervinieron durante el aprendizaje” (p. 97). Lo que interesa es verificar
que se hayan logrado obtener los comportamientos (aprendizaje) que el profesor
previamente determinó como los adecuados a través de los estímulos
seleccionados.
El condicionamiento operante de Skinner resulta ser una
teoría muy eficaz en el ámbito educativo ya que tiene claramente identificados
los principios que pueden hacer posible el comportamiento (aprendizaje) que se
espera adquiera el individuo. En la escuela se estimula fuertemente el
principio de reforzamiento, pues dicho espacio favorece su uso a través de
premios, reconocimientos o exoneraciones de deberes o acciones que los
estudiantes perciben como desagradables (realizar exámenes, por ejemplo).
Pese al uso y éxito extendido por parte de los docentes, ya
sea consciente o inconscientemente, de la teoría formulada por Skinner, no
debemos de dejar de ver que el proceso de enseñanza aprendizaje es muy complejo
y que reducir el aprendizaje a aspectos conductuales empobrece las
posibilidades del desarrollo cognitivo del individuo. Debemos ser conscientes
que la teoría del conductismo en lo general y la del condicionamiento operante
en lo particular son sólo alternativas que los docentes podemos usar para
cubrir determinados aspectos curriculares y lograr objetivos específicos. Se
antoja necesario que los docentes conozcamos y apliquemos otras visiones y
otras teorías, además de las conductistas, que den cuenta de aspectos
complementarios en el desarrollo y formación de los estudiantes y que, además,
nos enriquezcan en nuestra labor docente.
Las principales aportaciones del condicionamiento operante
a la educación son: .
- Facilitar el proceso educativo a través de la aplicación
y desarrollo de motivaciones específicas.
- Informar sobre las posibilidades y
utilidades de aplicación de diferentes variedades de aprendizaje: evitación,
modelamiento,... .
- Permitir la adquisición, modificación o supresión de
conductas, sabiendo administrar los refuerzos.
- La economía de fichas es otra
forma de utilización de los refuerzos en el campo de la educación. .
- Una de
sus mayores aportaciones es la enseñanza programada y las máquinas de enseñar,
que consiste esencialmente en una técnica o recurso didáctico que descompone la
materia a enseñar en sus elementos constitutivos e invitar al alumno a aprender
cada uno de ellos antes de pasar al siguiente.
Además se adapta mejor que
cualquier otro método al ritmo de aprendizaje de cada alumno, permitiéndole, al
mismo tiempo, fomentar su capacidad de autoevaluación.
Existen dos variedades de enseñanza programada, según sus
programas:
Programas lineales (Skinner, 1958) y
Programas ramificados (Crowder,
1960).
En los programas lineales, se ofrece a los alumnos diversas opciones que
puede contestar eligiendo la respuesta de entre las que se le ofrecen, o bien
elaborándola él mismo, tras comprobar su acierto o error se pasará a la
siguiente. En los programas ramificados se le ofrece a los alumnos diversas
opciones (múltiples). Una vez que responde, acierte o no, se le ofrece una
nueva información para pasar a un nivel superior o para madurar un nivel
inferior y volver a intentarlo.
Referencias:
Mejía, A. (2011). Notas. El condicionamiento operante y su
influencia en el ámbito educativo. Temas deficiencia y tecnología, 15, 52-54.
Hernández Rojas, G. 2008 Paradigmas en psicología de la
educación, México, Paidós